19 enero 2007

El chico al que le reventó el corazón

Conforme he fui desarrollando mi persona y con ella la concepción del mundo y de las cosas me di cuenta de que una persona buena y que hace el bien por los demás no tiene cabida en este mundo. Lo más que reporta es sufrimiento y dolor de la gente que se aprovecha de esta condición, y en el tema del amor esta no es la opción más preferente para una chica. Sólo los tíos que hacen sufrir a las tías conseguían algo. Siempre quise ser el cabrón que conseguía a la chica, que quedaba por encima de todos sin haber creado nada más que sufrimiento y sin que le hicieran sufrir a él. Y quizá ahora lo esté consiguiendo, quizá ahora sea ese imbécil sin alma y sin sentido que tanto deseé ser. Ahora y cada vez más me veo alejado del antiguo yo que era y convertido en una persona alejada de sentimientos y humanismos como nunca he sido.

Además las mujeres en el amor han tocado un tope en mi vida que han logrado que me replantee si realmente merece la pena buscar una chica o no. La respuesta evidentemente después de 21 años de fracasos realmente marcados es que NO. Por increíble que parezca el amor y las chicas junto a mí en mi vida han pasado a otro mundo.

Realmente estoy siendo aquel cabrón que siempre deseé ser. Solo y solitario, sin deseo y sin más ansias que disfrutar de los amigos que hay junto a mí y de este mundo carente de sentido que hay que vivirlo porque uno ya está aquí.
Sólo hay una persona capaz de sacarme de esta dinámica de sadismo emocional y realismo puro y duro. Sólo hay una persona capaz de transmitirme el optimismo y la esperanza de ver en el amor la felicidad de mi vida que siempre he deseado.

Quizá mi vida y mi ser nunca estuvieron preparados para esto… Pero la vida a veces nos enseña a ser quienes no queremos ser.

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